Prevalencia de las alergias alimentarias
La organización Food Allergy Research and Education (FARE) ha determinado que más de 32 millones de personas en Estados Unidos sufren alergias alimentarias. Casi el 8% de los niños con alergia a alimentos son menores de 5 años y, en general, el 4% de los adultos padecen alergias alimentarias. Una investigación llevada a cabo por National Institutes of Health (NIH) muestra que más del 3,24% de las personas en Francia tienen diferentes tipos de alergias alimentarias. El estudio también refleja que existe un riesgo creciente de alergias alimentarias en la próxima década (G Kanny, et. al., 2001).
Las cifras son significativas y también lo son los efectos de las alergias alimentarias. Las estadísticas indican que más de 100.000 personas se presentan cada año en las unidades de emergencia de los hospitales con alergias alimentarias que podrían ser mortales sin intervención médica.
Otro estudio realizado en toda Europa revela una prevalencia de alergias autodiagnosticadas a alimentos de consuma habitual de entre el 0,1% y el 0,6%. Conocer la prevalencia de la alergia alimentaria facilita la comprensión de la probabilidad que tienen los pacientes de padecerla y ayuda a descartar fácilmente otros diagnósticos poco comunes relacionados con los síntomas que presentan los pacientes.
Tipos más comunes de alergias alimentarias
Hay una serie de alergias alimentarias que se observan en pacientes de diferentes zonas del mundo. Curiosamente, aunque las alergias alimentarias se basan en la respuesta del organismo a una proteína, no todo el mundo padece el mismo tipo de alergia ni sufre el mismo nivel de intensidad de la misma. Es muy posible que una madre sana tenga un hijo alérgico a los cacahuetes.
Incluso un trozo muy pequeño de un alimento al que se es alérgico, puede causar síntomas. A continuación, se enumeran los tipos más comunes de alergias alimentarias:
- Leche: La leche de vaca es el tipo de leche que más comúnmente causa alergia, especialmente en niños. Los niños pequeños suelen tener reacciones más graves, mostrando todos los síntomas de una reacción alérgica, incluidos los vómitos. Los síntomas de este alérgeno suelen estar relacionados con el intestino. Por este motivo, los pediatras suelen recomendar la leche de fórmula para mantener la alimentación del niño a pesar del cuadro alérgico. La alergia a la leche también implica directamente que el individuo sea alérgico al queso, al yogur, a la mantequilla, a la margarina, a la nata y al helado.
- Huevos: Es una alergia muy común en niños y adultos. Los síntomas asociados pueden ser tanto respiratorios como digestivos. Algunas personas son más alérgicas a la parte de la clara que a la yema y viceversa. Las proteínas del huevo son la causa de la alergia y éstas, a veces, se desnaturalizan cuando se cocinan o se hornean, por lo que los alimentos derivados del huevo, como los pasteles, no necesariamente causarán alergia.
- Cacahuetes y frutos secos: Los cacahuetes y diferentes tipos de frutos secos, como las almendras, los anacardos, las nueces de Brasil, las nueces de macadamia e incluso las nueces, pueden provocar alergias. Si alguien tiene una alergia conocida a uno o dos tipos de frutos secos, se le suele aconsejar que evite consumir cualquier tipo de fruto seco.
- Marisco: Otro tipo de alergia muy común es la que se observa en personas que consumen crustáceos y moluscos. Las proteínas de estos alimentos también desencadenan reacciones alérgicas.
- Trigo: El trigo puede inducir tanto alergias alimentarias mediadas por inmunoglobulinas IgE como no mediadas por IgE. Las alergias mediadas por IgE incluyen la alergia alimentaria que se manifiesta como angioedema, náuseas, dolor abdominal, anafilaxia, alergia respiratoria y alergia cutánea. Las no mediadas por IgE incluyen la sensibilidad gastrointestinal y la sensibilidad al gluten no celíaca.
Causas y síntomas
La alergia alimentaria está causada por una proteína específica que se encuentra en los alimentos. Por lo general, una determinada proteína de los alimentos no es bien recibida en el organismo del paciente, lo que genera una grave reacción inmunitaria. El cuerpo reconoce esa proteína como una partícula extraña o antígeno y la ataca con la ayuda de las células inmunitarias. Las reacciones alérgicas están mediadas por una respuesta inmunitaria de tipo IgE. Los anticuerpos IgE se forman al exponerse a este alimento que contiene la proteína antigénica. La siguiente vez que se consume este alimento, los anticuerpos atacan a la proteína y generan la respuesta inmunitaria.
Los signos y síntomas más comunes asociados a las alergias alimentarias son la sensación de picor en la boca. A veces también se experimenta enrojecimiento e irritación en la boca o alrededor de ella después de consumir el alimento. Los síntomas digestivos incluyen, además, episodios de náuseas y vómitos. También puede observarse dolor abdominal y diarrea episódica. La hinchazón de los labios, la lengua y otras partes del cuerpo, así como los eczemas, las erupciones cutáneas y la urticaria son signos muy comunes del desarrollo de una alergia. La anafilaxia suele desencadenarse sólo cuando la reacción alérgica es muy grave. Esta requiere atención médica urgente. Los síntomas de la anafilaxia son la constricción de las vías respiratorias, la dificultad para respirar, el descenso del pulso y la presión arterial, el mareo y los desmayos.
Tratamiento y prevención
En el caso de las alergias leves, los médicos suelen recetar antihistamínicos para el tratamiento y la prevención de las reacciones alérgicas, de modo que se pueda moderar cualquier respuesta alérgica. Si se consume un alimento que causa alergia, estos medicamentos pueden mejorar los síntomas de urticaria y picor. Sin embargo, para las formas graves de alergia, las inyecciones de epinefrina son los únicos medicamentos que ayudan. Se trata de autoinyectores que los pacientes pueden aprender a administrar para controlar los ataques graves antes de llegar al hospital.
Importancia del diagnóstico correcto en las alergias alimentarias
En ocasiones, un diagnóstico erróneo puede agravar la situación del paciente y la administración de una terapia incorrecta puede causar más daños que beneficios. Por esta razón, hacer un diagnóstico correcto es especialmente importante cuando se trata de alergias. Los médicos deben ser capaces de informar al paciente sobre el alérgeno exacto que desencadena su alergia. Además de las pruebas cutáneas tradicionales y de los análisis de sangre, la tecnología NOVEOS es la mejor opción para los laboratorios y los alergólogos. NOVEOS permite detectar el alérgeno sin problemas, para no tener que preocuparse por la exactitud del resultado.
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- FX24 Mezcla de alérgenos alimentarios 24 (F017, F024, F084, F092)
- FX25 Mezcla de alérgenos alimentarios 25 (F010, F045, F047, F085)
- FX26 Mezcla de alérgenos alimentarios 26 (F001, F002, F013, F089)
- FX27 Mezcla de alérgenos alimentarios 27 (F003, F004, F014, F017)
- FX28 Mezcla de alérgenos alimentarios 28 (F010, F024, F027, F084)
- FX77 Mezcla de alérgenos alimentarios 77 (F010, F017, F025, F084, F202)
- FX02 Mezcla de alérgenos del marisco (F003, F024, F037, F040, F041)
- FX99 Mezcla de alérgenos de frutos secos (F017, F020, F201, F202, F203, F256)